lunes, 7 de junio de 2010

Mi suegro y yo

H

ay que lindo es despertar los domingos, sin más que estirarse y pensar a que hora me levanto, pero este día en especial no iba a ser como los demás, Felipe tenia programado llegar, a partir de las diez y media de la mañana, mi hija abrió los ojos y dijo antes que me diera un beso, "¡hoy es el gran día!". La Claus se levantó con pesadez, no por lo que comió si no por lo que está cargando desde hace casi 38 semanas, a duras penas logra pasar de la cama al piso, coloca sus dos pies que apenas ve, agarra su ropa, cremas y demás tucuimas y se larga al baño para ducharse por última vez entres días. La Vale y yo decidimos apurarnos, nos vestimos a toda velocidad, tardamos como media hora solo en vestirnos, pucha que lo hicimos rápido, luego decidimos tender las camas, mi hija decide sacar el edredón, las sábanas y las frazadas, mientras yo las sacudo, en una de esas esta peque peque, decide agarrar el edredón hasta con los dientes para que no pueda tender las bendita cama, resulta que entre juego y juego jalo el bendito edredón y zas… el diente de mi hija vuela por las alturas… por suerte no llora más bien ríe por que el Ratón Pérez le va a traer dinero para ella y para su hermano que esta llegando este día. Sus ojos le brillan, piensa en traer leche, queso y un poco de agua para que el Ratón se tome su descanso al dejar la bendita moneda… y claro yo le fomento estas ideas las cuales colaboran a que su imaginación vuele y sea finalmente un poco más solidaria con su hermano, un tema difícil de tratar, no puede y no debe sentirse relegada la Vale.

Bueno se cayó el diente, tendimos la cama y fuimos a tomar desayuno, uyyy preparamos tortillas con queso, huevo revuelto con salchichas, un café exprés para mí y una leche con toddy para la Vale, quisimos invitar a la Claus pero se negó, nos comentó que debía estar en ayunas el día de la llegada del Felipe. Se antojo. Estuvo feo. Bueno eso le dijimos a la Claus, pero la Vale y yo estábamos que reventábamos.

Mientras tanto, en un mundo paralelo pero a mi lado, mi suegro que con todas los encantos que pueda o no tener, estaba esperando junto al auto recién lavado, como buen chofer en la puerta de la casa para llevar a su primogénita a tener a su segundo nieto, fue tal la emoción cuando se enteró que no durmió dos noches ¡seguidas!, y con el Parkinson que lleva por dentro, estaba todo un speedy Gonzales, en el buen termino, personalmente no me gusta que mi suegro maneje, por razones de salud, no de él si no de los que vamos dentro del auto, resulta que este señor de edad infinita y carácter infinito, tiene las mil y un enfermedades, entre ellas, diabetes, Parkinson, sordera, cataratas, masca coca (bueno esa no es una enfermedad) pero que aliento, a dragón (jajaja), es terco de primera y para colmos es nacido el 28 de junio (día del orgullo gay), entre sus aficiones tiene comer pollo aunque el evo diga que no, es socio minoritario de coca-zero, por que es lo único que puede tomar, no bebe, no escucha música, y la verdad parece que se reproduce por gajo.

Bueno, mi suegro, tan lindo y querido, hasta que se sube a manejar su auto-acordeón, lo llamo así por que no hay micro que no lo haya arrugado. Tomo su toddy con agua (¿?) para despertar, pues como ya lo señalé estaba sin dormir, por lo general es una persona de buen humor, por que es sordo, pero cuando no duerme, dos días, cuídense por que te escupe fuego (la coca manía) así que nos subimos, mi suegra me invitó a sentarme adelante, lo cual caballerosamente rechacé con agilidad, por que no quería morir del susto. Valiente mi suegra que anda con este señor, un peligro para los transeúntes, carros vecinos, perros y gatos. ¡Merece una medalla!... Mi suegra, no el que sabemos.

Salimos de la casa, él estaba concentrado en manejar, estaba llevando a su esposa, su hija su nieta, su nieto y a mi, pero por los azares del destino y por precaución llevamos a mi hija donde su bisabuela Dora, donde están un par de amiguitas (Ale y Leti) para que pase allá el día mientras el Felipe llegaba, al llegar detuvo el auto me baje y toque el timbre de la casa, de repente me fije que mi suegro no le puso freno de mano al auto ni enganchó la caja, entonces el auto se movía por gravedad, todos nos dimos cuenta, menos él… ¡el auto se mueve!, después de ver a las chicas y deseos de cariños, felicidad y suerte partimos al hospital, de repente mientras conversábamos - entre mi suegra mi esposa y yo, mi suegro no cuenta por que con él no se habla, se grita y dos o tres veces, hasta que te escuche y.. te entienda – mi suegro sube el volumen de la radio, tan alto que no podíamos conversar, hice un ademán con mi mano para que mi suegro baje el volumen, y me dijo que no, por que quería escuchar música además que el era sordo, claro y nosotros éramos jabón de olor, y nos teníamos que aguantar la indiferencia de este chofer… caramba, no dije nada, solo lo pensé, le hice señas para que doble a la derecha en una calle de esas, pero no me hizo caso, dijo que iba a girar en otra calle por que esa nos llevaría directo al hospital, me recosté en el asiento trasero y no abrí más mi boca, no quería generar mala vibra en el auto, a pesar que ya la había, por que como saben… ¡mi suegro estaba manejado!. Llegamos a una avenida que pasa por enfrente del hospital, lo vimos pasar por nuestras narices, y mi suegro ni se dio cuenta (jaja) mi esposa le dijo con tono de agravio "Te pasaste ahora tienes que dar la vuelta en el distribuidor de la Muyurina", a lo cual mi suegro repuso "ja?" mi esposa se enfureció, mi suegra también, y por fin mi suegro entendió, así que llegamos al semáforo, estaba en rojo, nosotros en la línea de la izquierda a nuestra derecha esta un minibús. Yo andaba mirando al costado nervioso, la Claus le dijo a mi suegro "por acá ándate", mi suegro dijo "¿ja?", "¡POR ACA ANDA!" repuso mi esposa, mi suegro empezó a acelerar, yo vi al minibús acercarse cada vez más…"cuidado Don Mario", no me escucho, "carajo! Papá!" a ella si lo escucho, pero ya era tarde, nos chocaron la puerta trasera del auto, claro y como era un universo paralelo, mi suegro se detuvo en medio de la calle, como se cambio el semáforo muchas bocinas tocaban a nuestras espaldas - Cuando lo más centrado hubiera sido mover el auto a un lugar para charlar con el otro chofer, pero no – al final el chofer se bajo y en un tono amable le dijo a mi suegro que se moviera, y mi suegro le empezó a increpar, que no tenia derecho en chocarlo que había puesto guiñador y que por último el paga impuestos e invento el semáforo, a lo que el Chofer repuso con gritos unas palabras poco reproducibles, era como quien dice una charla de sordos, solo que acá evidentemente había un sordo, mi suegro, el chofer no lo sabía, por eso se enojó, y mi suegra la de la medalla, intervino en el exabrupto este. Mientras tanto yo agarre a mi esposa, mi maleta y me baje del auto, no en una postura de abandonar el barco, si no que mi esposa es primero y el Felipe ya estaba programado así que nos fuimos caminando al hospital, por que ir en auto íbamos a tardar mas de lo que ya hicimos.

Y así lo hicimos, llegamos al hospital a las 11 de la mañana, debíamos llegar a las 10.30 pero media hora más o menos no nos iba a afectar, el medico nos atendió de una manera positiva, mientras tanto, mis suegros no daban signos de vida, mmm preocupación, y entre charla y charla con la Claus, se me vino la idea, "mi suegro es tan mala suerte que ya deben estar en tránsito" y justo… llame a mis suegros para saber como estaban y mi suegra me contestó afligida, evidentemente estaban en tránsito, y seguro que fue mi suegra la que arregló todo el asunto allá por que mi suegro como ya saben, es sordo y escucha solo a gritos, bueno para acortar un poco la historia, casi lo meten a mi suegro detrás de las rejas, y todo el trámite de idas a cotizar la bendita puerta, les tomo cerca de 4 horas, mis suegros llegaron al hospital a las 3.30, cuando el Felipe ya había llegado, que alegría ¡mi hijo nació!...

Al final que día, tuvo de todo, dientes fuera, choque, tránsito, nacimiento, una locura total…

Todo esto pasó entre mi suegro y yo…


 

Cochabamba, 2 de junio de 2010


 

1 comentario:

Fundación Gandhi dijo...

Hermosa reseña compañero, gracias por compartirla.. y aunque tarde mucha felicidades a tí y tu pareja por Felipe, a quién sin conocerlo ya lo aprecio.. Ramiro