Por DARCDIEGOs.
La necesidad de reformar el sistema de educación, es
imperante, más ahora que nos aqueja una pandemia, como el COVID19.
Ciertamente tenemos falencias muy profundas, pero tenemos voluntad de su
peración, pero lastimosamente encontramos escollos en distintos niveles,
desde autoridades de gobierno, maestros, padres, madres de familia,
estudiantes, directores de colegio, dueños de colegio y así el abanico se va
agrandando.
Hay un sinfín de propuestas, desde las clases virtuales,
clases semi presenciales, a distancia, etc. Ninguna de ellas es suficiente, porque
no tenemos capacidad de hacer ninguna relativamente bien.
El atropello de padres de familia exigiendo una excelencia
en la parte académica, el atropello de los dueños de colegios exigiendo pago de
pensiones para pagar sus obligaciones, el atropello de maestros exigiendo que
se les pague su sueldo, y así.
Los padres y madres de familia cancelarían sin chistar las
pensiones si es que las clases que se den de manera virtual, fueran mínimamente
de aceptable para arriba, pero no se da eso en general, porque solo hay algunos
pocos maestros que realmente enseñan por vocación y otra mayoría enseña porque ven
que pueden lucrar simplemente con ser maestros, más allá de si lo hicieron bien
o mal. Es ahí donde nos encontramos en un dilema superior. ¿Qué clase de
maestros tenemos? ¿Qué clase de formación académica queremos?
¿Porque existimos padres y madres de familia que decidimos
inscribir a nuestros hijos en una institución privada?, porque en nuestro
interior pensamos que la educación va a ser mejor que en la fiscal, “porque
queremos un status social”, porque
queremos una continuidad en clases, porque el trato entre pares va a ser mejor
(pensamiento mágico pendejo) o (pensamiento racista). Cuando hay mayor
integración (convivencia social) entre pequeños hace que en su futuro las
diferencias y las conciliaciones sean más rápidas.
Pero en fin, suspender el año escolar evidentemente es un
extremo, hacer aprobar a todo el alumnado de un plumazo es peligroso, porque
van a existir miramientos entre los actores de la educación, por ejemplo, “MI
hijo estudió todos los días de la Cuarentena, porque van a aprobar los vagos
que no hicieron nada” o “Como profesor me dedique a enseñar a mis estudiantes
con los medio que tuve a mi alcance, me quemé las pestañas preparando mis
clases virtuales, y van a aprobar a todos de un plumazo, mejor ya no me
esfuerzo” ó “Bueno, los estudiantes aprobaran todo el año por un plumazo, ahora
¿quién va a pagar pensiones para cancelar a mis profesores?”, nadie va a salir
satisfecho, excepto aquellos estudiantes que “agradecerán al ministro de turno
por firmar este asunto”, clara muestra de mediocridad y vivo ejemplo de los
padres de familia.
Las instituciones privadas a parte de pagar sueldos como
primera obligación, también deben pagar aportes patronales de caja de salud, y
aportes a las AFP´s, sin olvidar los impuestos de ley, IVA, IT, IUE y quizás algún
otro más como el impuesto a la propiedad de bien inmueble. Quizás un préstamo,
o un impuesto retrasado, que a cualquier persona natural o jurídica le pasa.
¿Cuál es la solución? Mi propuesta es que se suspendan las
clases en su totalidad, que se implemente el Homeschooling (enseñanza en casa),
con la tutoría de los Maestros del Colegio, donde recibirán un sueldo por parte
del colegio cancelado por los padres de familia, PERO no en la proporción de
una pensión de tiempos normales, porque estos no son tiempos normales. Y al
próximo año después de las inscripciones realizar un examen general en las
distintas materias y niveles para ver en qué estado están las facultades académicas
de los estudiantes, para que se los pueda nivelar de manera objetiva, por el
lapso de un Bimestre, y aquellos estudiantes que aprobaron la materia de manera
buena para arriba pues, pasen clases normalmente, hasta que sus compañeros se
re incorporen a clases.
Y el Estado debe coadyuvar en rebajar impuestos, por un tiempo determinado, hacer nuevos plazos de pago para las instituciones que tienen planes de pago, re programar los créditos que se hicieron a los colegios que estén debidamente respaldados, por ejemplo, un colegio se prestó la plata para implementar una piscina, si no tiene avanzada la construcción
e
implementación de la misma, quiere decir que los dueños despilfarraron ese
dinero, y así caso por caso. Es un trabajo largo, pero no imposible.
La Paz, 13 de julio de 2020
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