lunes, 13 de julio de 2020

Pensamientos en la educación boliviana en tiempos de COVID19


Por DARCDIEGOs.

La necesidad de reformar el sistema de educación, es imperante, más ahora que nos aqueja una pandemia, como el COVID19.

Ciertamente tenemos falencias muy profundas, pero tenemos voluntad de su

peración, pero lastimosamente encontramos escollos en distintos niveles, desde autoridades de gobierno, maestros, padres, madres de familia, estudiantes, directores de colegio, dueños de colegio y así el abanico se va agrandando.

Hay un sinfín de propuestas, desde las clases virtuales, clases semi presenciales, a distancia, etc. Ninguna de ellas es suficiente, porque no tenemos capacidad de hacer ninguna relativamente bien.

El atropello de padres de familia exigiendo una excelencia en la parte académica, el atropello de los dueños de colegios exigiendo pago de pensiones para pagar sus obligaciones, el atropello de maestros exigiendo que se les pague su sueldo, y así.

Los padres y madres de familia cancelarían sin chistar las pensiones si es que las clases que se den de manera virtual, fueran mínimamente de aceptable para arriba, pero no se da eso en general, porque solo hay algunos pocos maestros que realmente enseñan por vocación y otra mayoría enseña porque ven que pueden lucrar simplemente con ser maestros, más allá de si lo hicieron bien o mal. Es ahí donde nos encontramos en un dilema superior. ¿Qué clase de maestros tenemos? ¿Qué clase de formación académica queremos?

¿Porque existimos padres y madres de familia que decidimos inscribir a nuestros hijos en una institución privada?, porque en nuestro interior pensamos que la educación va a ser mejor que en la fiscal, “porque queremos un status social”, porque queremos una continuidad en clases, porque el trato entre pares va a ser mejor (pensamiento mágico pendejo) o (pensamiento racista). Cuando hay mayor integración (convivencia social) entre pequeños hace que en su futuro las diferencias y las conciliaciones sean más rápidas.

Pero en fin, suspender el año escolar evidentemente es un extremo, hacer aprobar a todo el alumnado de un plumazo es peligroso, porque van a existir miramientos entre los actores de la educación, por ejemplo, “MI hijo estudió todos los días de la Cuarentena, porque van a aprobar los vagos que no hicieron nada” o “Como profesor me dedique a enseñar a mis estudiantes con los medio que tuve a mi alcance, me quemé las pestañas preparando mis clases virtuales, y van a aprobar a todos de un plumazo, mejor ya no me esfuerzo” ó “Bueno, los estudiantes aprobaran todo el año por un plumazo, ahora ¿quién va a pagar pensiones para cancelar a mis profesores?”, nadie va a salir satisfecho, excepto aquellos estudiantes que “agradecerán al ministro de turno por firmar este asunto”, clara muestra de mediocridad y vivo ejemplo de los padres de familia.

Las instituciones privadas a parte de pagar sueldos como primera obligación, también deben pagar aportes patronales de caja de salud, y aportes a las AFP´s, sin olvidar los impuestos de ley, IVA, IT, IUE y quizás algún otro más como el impuesto a la propiedad de bien inmueble. Quizás un préstamo, o un impuesto retrasado, que a cualquier persona natural o jurídica le pasa.

¿Cuál es la solución? Mi propuesta es que se suspendan las clases en su totalidad, que se implemente el Homeschooling (enseñanza en casa), con la tutoría de los Maestros del Colegio, donde recibirán un sueldo por parte del colegio cancelado por los padres de familia, PERO no en la proporción de una pensión de tiempos normales, porque estos no son tiempos normales. Y al próximo año después de las inscripciones realizar un examen general en las distintas materias y niveles para ver en qué estado están las facultades académicas de los estudiantes, para que se los pueda nivelar de manera objetiva, por el lapso de un Bimestre, y aquellos estudiantes que aprobaron la materia de manera buena para arriba pues, pasen clases normalmente, hasta que sus compañeros se re incorporen a clases.

Y el Estado debe coadyuvar en rebajar impuestos, por un tiempo determinado, hacer nuevos plazos de pago para las instituciones que tienen planes de pago, re programar los créditos que se hicieron a los colegios que estén debidamente respaldados, por ejemplo, un colegio se prestó la plata para implementar una piscina, si no tiene avanzada la construcción 

e implementación de la misma, quiere decir que los dueños despilfarraron ese dinero, y así caso por caso. Es un trabajo largo, pero no imposible.

La Paz, 13 de julio de 2020


Clases en Tiempos de #COVID19

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