sábado, 7 de abril de 2007

Estoy con los Ropavejeros

Los denominados ropavejeros y los chuteros, son dos tipos de cuasi castas – de las tantas que existen en nuestra nación – por así decirlo, la existencia de los ropavejeros es hasta cierto punto necesario para la economía de nuestro pueblo, teniendo en cuenta que más del 50% de nuestra población vive en la pobreza. Evidentemente nuestro país tiene industrias textileras, las cuales producen un sin fin de productos con calidad de exportación, hay empresas como AMETEX que produce camisas y poleras para la marca “Polo”, la cual es un sello reconocido mundialmente, solo que este tipo de camisas o poleras “originales” están costando encima de los 18 Dólares americanos, otras marcas de ropa nacional como Batt, Punto Blanco, Roman´s, etc. Son costura realizada 100% por mano boliviana y que a la postre son de buena calidad, pero el precio al público no es muy accesible teniendo en cuenta que el salario mínimo nacional es de 500 Bs. o sea 62 dólares americanos. La ropa que vende este tipo de gente está a precios mucho más accesibles, puesto que una chamarra “usada” de marca “Ralph Lauren” original cuesta 60 Bs., es de lógica que la masa que se encuentra en niveles de pobreza sean los que incentiven el contrabando de este tipo de productos.
Una más de las justificaciones de la existencia de los “ropavejeros”, es el alto costo de producción de las textileras nacionales, los impuestos que cubren, las deudas bancarias que tienen, el pago a las AFP´s y una de las más duras, es la falta de medidas económicas para disminuir los costos elevados que tienen tales empresas.
Algunos afirman que al boliviano le falta visión para ser empresario, este tipo de personas, las que critican, son por lo general universitarios, empleados públicos, comerciantes informales o jóvenes sin experiencia. No se dan cuenta que es el Estado quien debe apoyar las medidas empresariales, con simplificación de trámites, con disminución de impuestos, de acuerdo al rubro que se esté operando, por un tiempo determinado; haciendo que el empresario recupere su inversión, genere trabajos directos e indirectos, colabore con el Estado pagando sus impuestos, aporte a la seguridad social, etc., etc. Es simplemente una “política” que debe trascender en el tiempo.
Pero, ¿Por qué la inversión privada nacional es tan poca? ¿Cuál el temor del boliviano en generar industria? Simplemente que cerca del 40% de la población en capacidad de trabajar, o sea entre 18 a 55 quizás 65 años, trabajan para el Estado, ya sea como albañil, maestro de obra, mensajero, asesor del ministro, juez, concejal, magistrado, pasando por las unidades de asesoría jurídica, auditoria interna, aduanas, educación, salud, súper intendencias, y tantos otros que me hace reflexionar que es el 60% de la población activa que depende del Estado. Ahí está el detalle, el cual consiste en un trabajo burocrático para recibir un sueldo mensual que los convierte en el tiempo en rentistas del aparato público, por firmar y tomar decisiones de escritorio.
Muchos decimos que los del occidente somos personas trabajadoras y con iniciativa, lo cual puede ser cierto, debido a la geografía del altiplano puesto que es una tierra la cual debe ser trabajada y cuidada para poder cosechar productos agrícolas, en contra posición al oriente boliviano, allá el lugareño puede lograr productos en condiciones más favorables, cosecha lo que la naturaleza le brinda.
Desde la colonia, cuando llegó Pizarro, Almagro y otros, empezó la educación del colonizador: crear dependencia del colonizado y por lo tanto el trabajo de mínimo esfuerzo, solo para mi patrón y nada o poca iniciativa propia.
Bolivia es grande, tiene una superficie de… ¿Ud. Sr. Lector sabe la superficie de Bolivia? pues bien, es de 1.098.581 Km2; las ciudades del eje son las más pobladas, La Paz, El Alto, Quillacollo, Cochabamba, Montero y Santa Cruz; a la vista del citadino Bolivia padece de una pobreza extrema al ver un aparapita durmiendo bajo el puente, no miran más allá de su ciudad, el campo es mucho más estremecedor, carece de jóvenes, esta poblado por gente adulta, olvidada por el Estado y por ti…
Es así que los ropavejeros son un mal necesario, sabemos cual es el problema ¿Podremos darle solución integral? Tal vez incentivando a la pequeña y mediana empresa, al ciudadano, al personaje que vive en el área rural. Este tipo de iniciativas no necesariamente deben ser con dinero o con créditos a largo plazo y con bajos intereses, debe ser también con formación técnica media y con capacitación en diversos temas como el agrícola, mecánica, industrial, etc., para que el boliviano que quiera emprender una empresa o industria tenga los insumos básicos de conocimiento para realizarlo.
“¿Si este no es el Pueblo…el Pueblo donde está?”
Al parecer, se pueden establecer mecanismos de control para la venta de ropa usada, ya sea de un registro de “ropavejeros”, tasas por el peso que están vendiendo, quien sabe, tan solo hay que ingeniárselas. A la par el Estado podrá incentivar a las industrias textileras para que bajen su costo de producción, condonando parte de su deuda tributaria, renegoncioando sus deudas con la Caja Nacional de Salud o Administradoras de Fondos de Pensiones.
Se puede ver que en nuevo gobierno del Sr. Morales, está empujando hacia esta política, ojala sea bien meditada, realizada y acogida por y para los bolivianos, por que necesitamos despertar de este aletargamiento al cual nos mantuvo el “imperio”. Necesitamos coraje, colmar nuestra mente a sabiendas que el Estado no es la solución y no será la respuesta a nuestras plegarias, si queremos mejores ingresos debemos generar empleo a través de la industria y la empresa con imaginación y voluntado se puede lograr.
¡¡¡ Soy parte del pueblo y sé donde estoy!!!

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