miércoles, 16 de diciembre de 2015

Mundos Paralelos 2 
Por Diego Rada
Por fin concilié mi sueño luego de esa pesadilla…. pobres seres humanos, abusados, castigados y hasta violados… pero que saben de eso si no tienen raciocinio, para ellos su vida es “normal”, tantas centurias de vida más que esclavizada, siendo el hazmerreír de los animales dueños de su ser, despertar cada día y comer, para ser engullido por un animal con aliento a podrido o quizás con aliento a rosas, pero con él fin de terminar su vida masticado por las fauces de su poseedor.
Los seres humanos también tienen derechos, tienen derechos a ser bien alimentados, a ser cuidados, a la tranquilidad, decía la ONG – Religiosa, dirigida por una larva nonagenaria que nunca se hizo mariposa, claro nunca probo bocado de esa carne suculenta, con sales minerales, siempre viviendo con la esperanza de ser mariposa para poder tener dientes y probar a los seres humanos, ya a los 80 años se dio cuenta que nunca iba a poder ser la más linda mariposa de la tierra, de esa forma inició su ONG – Religiosa, tratando de formar a los animales para que respeten los “derechos” de los Seres humanos, pero el fondo no es que amaba a los Seres Humanos, si no la envidia de no poder probarlos.
En el mundo de los animales no existen las clases sociales, pero si las castas, cada una bien dividida, pero forjada y unida por su alimento favorito, los seres humanos, si bien podían tener diferencias, podían ser duros y feroces ente sí, pero los seres humanos, los unía en los banquetes diarios que se daban,
Para el engorde de los seres humanos, en los establos – edificios los pisos estaban divididos por el peso de cada ser humano, habían los que tenían encima de 90 kg, los que tenían 75 kg, y los más los de 40 kilos, existía una política bastante extraña de consumir solamente los de 90 para arriba, puesto que su rendimiento carne vs. Hueso era mejor. La edad de los seres humanos eran muy cuidada ya que si eran mayores de 50 años a esos humanos los trituraban y deban de comer a los jovenzuelos ya que contenía micronutrientes y enzimas muy elevados para mejorar la carne misma, y al ser omnívoros los seres humanos, les daba lo mismo comer lechuga que seres humanos. Claro que por inocuidad y sanidad alimentaria los huesos eran presurizados para hacerlo harina y se pueda deglutir mejor para así subir el nivel de rendimiento de los seres humanos.
Dentro las castas de los animales existía aquella que se dedicaba a cocinar los manjares más deliciosos con los seres humanos como ingrediente principal. Preparaban costillas con curry y pimienta, los aderezos eran los más buscados puesto que contenían sangre fresca de color rojizo, claro dependiendo de la raza del ser humano, que podían variar entre un rojo intenso hasta un rojo con tintes morados.

Qué vida más llena de sacrificio decían los animales al probar cada bocado de los seres humanos, jactándose de dar de comer la basura a los omnívoros sin voluntad ni alma.

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