Mundos paralelos 3
Por Diego Rada
Por Diego Rada
Que peculiar, cuando uno observa alrededor
de las ciudades no existen cementerios, lugares de eterno descanso para los
animales, resulta que estos no existen, puesto que los habitantes no creen en
la reencarnación, en el cielo ni en el infierno, no creen en nada, solamente en
ellos mismos, es así que cuando un animal muere ya sea de enfermedad o naturalmente,
existe una casta de los animales que se dedica a un trabajo no muy interesante,
más bien crudo y cruel hasta cierto punto, es el de cremar los cuerpos de los
animales, embolsarlos y dárselos a los omnívoros, para que estos puedan
desarrollar mejores sabores, y así saciar – de alguna manera- el apetito de los
animales.
…… abrí los ojos, sentía que las
gotas frías del sudor corrían mi frente, no podía creer lo que había soñado,
que noche más larga, pero al fin ya estaba amaneciendo y era hora de levantarse
para preparar el desayuno y salir a trabajar, debía apresurarme, puesto que
vivía en el piso 25 de un edificio de departamentos para solteros. Mi día
estaba comenzando ya de manera especial por el sueño que tuve, no pude tragar
bocado de carne, puesto que me repugnaba, los olores que emanaban de los
mercados, de los departamentos contiguos, me hacían recuerdo a las fauces de
los animales de mis sueños. Por favor que termine el día, ya quiero mi cama.
Después de un día normal en la
pega, claro sin probar bocado, acabe en mi cama famélico listo para dormir,
esperando lograr ya conciliar un sueño en el cual no sueñe nada.
Mmmmm desperté, vi una horda de
animales persiguiendo a los seres humanos para cazarlos y prepararlos, era la
fiesta nacional de la gastronomía, los platos a presenciar eran los anticuchos
de brazos y piernas, apanados de hígado humano, el famoso tranca trompa de humano
virgen con dedos gordos de pies humanos, y
la especialidad de la región, el picadillo de miembro humano en salsa de sangre
poliglobuliada.
La ONG - Religiosa, que por esos
días estaba intentando sensibilizar a los demás animales con campañas bastante
agresivas, por la Televisión de Contrabando, con afiches y todos los medios
posibles que tenían, la Larva Nonagenaria había salido de su cueva, estaba
ciega por que pasaron tantos años sin ver la luz que sus ojos crearon una capa
de cera el cual no permitía que pueda ver más allá de su nariz, la larva viajó
a las ciudades más grandes y representativas de los animales, no era bien
recibida, y aparentemente día a día conseguía más adeptos y algunos animales
empezaron a no comer carne humana, los días lunes (#MeatfreeMonday) pero su voluntad no alcanzaba, puesto que si no
comían un día carne humana, al día siguiente se zampaban lo del día anterior
más.
Hay estos animales, dichosos de
tener a los mejores esclavos omnívoros, sin derechos, solo con obligaciones,
ser cada vez más gordos, los animales hacían experimentos con los humanos, les
inyectaban sustancias para crecimiento, para disminuir la masa ósea y aumentar
la masa cárnica. Logrando resultados increíbles, descubrieron un alimento que
los animales denominaron chatarra, era carne con hueso molida y presurizada de
seres humanos con 50 años de añejos, resumían esa comida para el Ser Humano
como Hamburguesa doble con queso (grasa adiposa de estomago), que buenos resultados,
el omnívoro comía cada vez más ese alimento y la obesidad empezaba a parecer de
forma inmediata, lograron su objetivo, disminuir la masa ósea e incrementar la
masa cárnica. Tan simple y sencillo carne molida, hueso molido, grasa, todo
picado al mínimo y cocido en aceite reciclado.
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